Desde aquí la deseamos el mayor de los éxitos con este trabajo.
Yolanda, en el centro de la imagen, rodeada de alumnos que han querido acompañarla en la inaguración. |
Los "Horizontes" creativos de Yolanda Novoa nunca se quedan en los materiales elegidos, ni en el espacio, ni en los formatos. Apuestan por una miscelánea de imágenes, formas y construcciones que, en realidad, constituyen un mapa personal entre la hondura, la búsqueda y el inventario cultural. Entre la reflexión sobre la crisis humanística, la melancolía de la sociedad contemporánea y la sensibilidad en la creación artística se asoma desde hoy al Palacete del Embarcadero con la muestra"El eco de mis sueños" reflejo de su coherente paisaje creativo y penúltima cita del calendario expositivo que configura el Festival Eme, "el futuro es mujer", que se celebra durante este mes en siete espacios institucionales y privados de Cantabria.
Una instalación, entre iconos escultóricos, clasicismo, dibujos y un montaje que convierte el espacio portuario en una especie de capilla configura la muestra. "Horizontes" fundamenta su pluralidad en el sentido de que cada persona que mira al horizonte lo contempla desde una perspectiva diferente. «Puede ser como paisaje, inmensidad, viaje, último destino, reflexión o inspiración», dice la artista.
"El eco de mis sueños" se refiere al espacio donde dirigir la mirada en una búsqueda del entusiasmo para la mente creativa. «También al último lugar donde descubrir algún resquicio de luz, consuelo y esperanza tras la decepción que supone el mundo conocido. Un lugar donde encontrar el último resplandor».
La exposición está vertebrada por una pieza principal que interrelaciona un dibujo de grandes proporciones directamente realizado sobre la pared con una serie de obras que se integran en el mismo. El dibujo representa un horizonte desconocido que se divide en dos niveles: En inferior -representado en negro y con formas repetitivas del mundo natural, aparecen conchas y caracolas, elaboradas minuciosamente mediante un proceso de pintado, recortado y pegado, para estructurar transparencias líricas y sugerentes.
Por encima de este, se representa «el mundo de lo desconocido, donde proyectar los sueños y donde todo lo imaginado es posible. Es el lugar donde se acumulan todos los anhelos y súplicas».
Una instalación, entre iconos escultóricos, clasicismo, dibujos y un montaje que convierte el espacio portuario en una especie de capilla configura la muestra. "Horizontes" fundamenta su pluralidad en el sentido de que cada persona que mira al horizonte lo contempla desde una perspectiva diferente. «Puede ser como paisaje, inmensidad, viaje, último destino, reflexión o inspiración», dice la artista.
"El eco de mis sueños" se refiere al espacio donde dirigir la mirada en una búsqueda del entusiasmo para la mente creativa. «También al último lugar donde descubrir algún resquicio de luz, consuelo y esperanza tras la decepción que supone el mundo conocido. Un lugar donde encontrar el último resplandor».
La exposición está vertebrada por una pieza principal que interrelaciona un dibujo de grandes proporciones directamente realizado sobre la pared con una serie de obras que se integran en el mismo. El dibujo representa un horizonte desconocido que se divide en dos niveles: En inferior -representado en negro y con formas repetitivas del mundo natural, aparecen conchas y caracolas, elaboradas minuciosamente mediante un proceso de pintado, recortado y pegado, para estructurar transparencias líricas y sugerentes.
Por encima de este, se representa «el mundo de lo desconocido, donde proyectar los sueños y donde todo lo imaginado es posible. Es el lugar donde se acumulan todos los anhelos y súplicas».
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