Hola, familias.
Esta es una de esas noticias raras que pasan algunas veces. El pasado día 13 de octubre uno de los alumnos de 3ºA de ESO fue a la sala de profesores buscando al profesor de biología. ¿El motivo? una cosa muy pequeña y muy rápida que se movía por el suelo de la clase... La verdad es que "Creemos que hay un lagarto en clase" no es una frase que se oiga mucho en la sala de profesores, pero menos aún que sea cierto.
Y es que tenían razón. Un pequeño lagarto estaba en el suelo de clase. Evidentemente, una ocasión así había que aprovecharla didácticamente, así que una vez capturado el animalito que para sorpresa de todos estaba en el suelo de la clase, el profesor de biología, Juan, lo identificó y explicó un poco sus características.
Se trataba de especie muy poco habitual en Cantabria: una salamanquesa común (Tarentola mauritanica). Y era además una cría recién nacida (¡aún tenía unos restos del huevo sobre la boca!), así que lo mas probable es que fuera nacida ese mismo día y seguramente en las cajas de las persianas de la clase.
A la izquierda el ejemplar encontrado en enero y a la derecha la cría de noviembre
Explicó que esta es una especie que se distribuye por toda la cuenca mediterránea y que lleva asentándose en Cantabria desde hace varios años. Y que también en ocasiones llegan con los plátanos ejemplares de otras especies de Canarias que son muy similares. De hecho no es la primera que aparece en el colegio, dado que un ejemplar adulto fue encontrado por Guillermo, que el pasado curso era el profesor de Ciencias Naturales de 1º de ESO, nada menos que en enero de este año y otro recién nacido apareció en el patio a finales del curso pasado, así que es posible que una pequeña población se esté instalando en el cole...
La ocasión había que aprovecharla, así que antes de liberarla en un lugar adecuado, llevamos en un recipiente improvisado a nuestro pequeño invitado a las clases de infantil, para enseñarles a los más pequeños este curioso animal y explicarles que si ven uno no deben intentar cogerle para no hacerle daño
Las profesoras no dudaron en mostrar de cerca las pequeñas patas del gecko y en explicarles que con sus ventosas son capaces de pegarse en paredes, techos o cristales con facilidad.
Claro que a los que más les ha llamado la atención este pequeño reptil son los alumnos del aula de 1 y 2 años. ¡Alguno se quería quedar el animalito para él!
Sin duda ha sido una clase de naturales un poco por sorpresa pero lo han disfrutado mucho y hemos tenido mucho cuidado de no molestar a la salamanquesa. Todos han aprendido que, si se se encuentran alguna, la deben dejar tranquila, ya que son totalmente inofensivas y además unos insecticidas naturales.
Inmediatamente después de esta visita a Infantil, la salamanquesa fue liberada en un sitio adecuado cerca del colegio. Esperemos que encuentre una buena despensa de pequeños insectos y crezca bien,
¡Hasta la próxima noticia!.